En Europa Occidental, con la entrada de la primavera, cuando los días disponen de más horas de sol, es el momento ideal para iniciar el cultivo de Marihuana exterior, el cual nos encanta porque podemos obtener cosechas considerables con una mínima inversión.
En los siguientes puntos os daremos unas nociones básicas para iniciaros en este fantástico mundo del cultivo del Cannabis Exterior.
Germinación:
La mejor manera de elegir una semilla correcta es escuchar las recomendaciones de tu GrowShop. Una vez hayáis seleccionado vuestra variedad de semillas de Marihuana favorita, el primer paso será germinarlas. Esto necesita hacerse correctamente ya que, de otro modo, las semillas no nos servirán. Sed pacientes y dejad las semillas entre dos y siete días, en un entorno adecuado de temperatura, humedad y ausencia de luz. Debéis tener en cuenta que algunas semillas pueden necesitar algo más de tiempo para eclosionar. Un método fácil para germinar lo podéis encontrar en el artículo “Guía Básica para Cultivar Marihuana“.
¿Cuando Iniciar el Cultivo Exterior?
Si nos centramos en el caso de Europa Occidental, desde el mismísimo mes de marzo los días disfrutan de 12 largas, preciosas y luminosas horas de sol. Esto, con el paso de los meses, va aumentando hasta el punto de que en junio las horas de sol pueden llegar a ser incluso 16.
Ni qué decir tiene que los climas soleados y mediterráneos de veranos largos son increíblemente buenos para que cualquier variedad de Cannabis crezca en el exterior. Disfrutan de este clima casi todas las localizaciones del hemisferio sur y muchos lugares por debajo de 45ºN y casi todos por debajo de 40ºN en el hemisferio norte. Una buena elección de semillas os permitirá disfrutar de deliciosos cogollos sólidos y repletos de resina.
Cultivo exterior en el suelo o en macetas: Ventajas y Desventajas
Existen varias maneras de enfocar el cultivo de Marihuana en exterior. Algunos cultivadores prefieren sencillamente sembrar las semillas o las plántulas directamente en el suelo, mientras que otros se inclinan por poner sus plantas en jardineras o macetas. Como en todo, cada método tiene sus pros y sus contras.
Ventajas de Cultivar en Macetas
Una de las ventajas más evidentes del cultivo en exterior en macetas es el hecho de que, como consecuencia, tus plantas se pueden transportar con facilidad. Por ejemplo, si vives en una zona con clima extremo ocasional, poder trasladar tus plantas a un lugar protegido puede ser una gran ventaja. Dejar las plantas a merced de los vendavales, vientos huracanados, lluvias torrenciales, aguanieve o granizo puede resultar desastroso, y el trabajo duro realizado durante los últimos meses puede arruinarse en una sola noche.
Otra ventaja de cultivar al aire libre en macetas es que se puede controlar la tasa de crecimiento y el posible tamaño final de las plantas. Esto es algo bastante importante teniendo en cuenta que algunas variedades de Cannabis (en concreto las sativas y los híbridos con predominancia sativa) pueden superar fácilmente los dos metros de altura.
Además, es particularmente fácil el cultivo en macetas dado que las plantas, al ser más pequeñas, no necesitan tanto sustrato. Por último, pero no menos importante, este tipo de cultivo permite que uno pueda controlar la uniformidad y la calidad del medio de cultivo. Puedes estar seguro de que tus macetas contienen sólo lo que pones en ellas, y de que no se ha mezclado con la propia tierra del entorno. Esto también puede ayudar a controlar las plagas y bacterias no deseadas, aunque, en un entorno al aire libre, el control total de este aspecto puede resultar complicado.
Desventajas de cultivar en Macetas
Por otro lado, si nos centramos en los posibles contras que puede llegar a tener el cultivo en macetas, veremos que hay ciertas situaciones que debemos evitar si queremos culminar nuestra cosecha con un final feliz. Por ejemplo, algunas veces, poner las plantas en macetas puede no ser aconsejable, ya que se restringe el crecimiento, reduciendo así la posible cosecha y el estado de salud general de la planta.
Otro problema posible radica en el hecho de que las plantas colocadas en macetas se pueden transportar. Para muchos cultivadores de exterior, poder mover las plantas al interior o a un invernadero, si es necesario, es una ventaja definitiva, pero el hecho de que puedas moverlas y llevarlas por ahí también significa que otras personas, con malas intenciones, pueden hacer lo mismo.
Otra posible desventaja de cultivar las plantas en macetas es la necesidad de realizar un mantenimiento más regular y minucioso. El riego manual suele ser indispensable, ya que incluso si tus macetas están en condiciones de recibir agua de las precipitaciones, no van a tener acceso al agua subterránea o a la humedad que se mantiene dentro de la capa superior del suelo, mientras que en el caso de las plantas cultivadas directamente en el suelo puede desaparecer, completamente, la necesitad de regar a mano.
Ventajas de cultivar en Suelo
La ventaja más evidente de sembrar las semillas o plántulas directamente en el suelo es el hecho de que éstas tienen acceso completo, y sin restricciones, a todos los nutrientes y toda la humedad que pueda llegar a las raíces. De este modo, como las raíces son capaces de crecer libremente hacia abajo, pueden satisfacer sus necesidades de agua pura de las aguas subterráneas. Esto asegura que las plantas puedan desarrollar todo su potencial en términos de altura, vigor y producción final, y también significa que se requiere menos mantenimiento. Si realizas un ‘cultivo de guerrilla’ en un sitio al que no resulta sencillo acceder a diario, suele ser recomendable cultivar directamente en el suelo.
Otra ventaja potencial de cultivar directamente en el suelo es que se reduce el coste de la instalación. Aunque comprar macetas, en general, no te va a arruinar, es bueno mantener los costes bajos, tanto para el más pequeño jardinero aficionado como para aquellos cultivadores más expertos. Cuando se tiene en cuenta el hecho de que el cultivo en macetas, generalmente, requiere varios trasplantes a lo largo de la vida de la planta, a macetas progresivamente más grandes, sólo el coste de las macetas puede llegar a unos ciento y poco euros para un pequeño cultivador, y, posiblemente, incluso a miles en el caso de los que cultivan a gran escala.
Desventajas de cultivar en Suelo
Por supuesto, cultivar directamente en el suelo significa que tus plantas no se pueden transportar, lo que es una ventaja si el robo es un problema, pero también puede ser una gran desventaja. No poder mover las plantas significa que estás a merced del clima y de la temporada, si se producen tormentas, vendavales o inundaciones, tus plantas podrían no sobrevivir. Además, si tus plantas no se pueden mover, deben cultivarse sólo en los momentos favorables del año, ya que no se pueden trasladar a un espacio bien iluminado, o completamente a oscuras, si la luz natural impide que se produzca la floración o un crecimiento vegetativo vigoroso.
Otro aspecto que preocupa mucho del cultivo en exterior directamente en suelo es la calidad y la uniformidad del mismo. La mayoría de cultivadores que optan por este método harán un gran esfuerzo para asegurar que el suelo es adecuado en términos de drenaje, consistencia y pH, y suelen mezclar la tierra con aditivos como la cal (para aumentar el pH) o arena (para mejorar el drenaje). Sin embargo, si no existe una barrera impenetrable entre la zona del suelo de tus plantas y el propio suelo del entorno, estos esfuerzos pueden haber sido en vano.
Como Fertilizar y Nutrir Nuestra Marihuana:
Uno de los puntos mas importantes para conseguir unas plantas de Cannabis sanas y obtener una gran cosecha, es su nutrición.
Es indispensable abonar nuestro cultivo, ya sea en maceta o en suelo, con nutrientes de calidad, en su justa proporción, y asegurándonos de no estar añadiendo metales pesados ni pesticidas que puedan sernos dañinos.
Para ello el en siguiente link “Guía Básica para cultiva Marihuana” puedes encontrar explicaciones mas detalladas para un correcto abonado de tus plantas, así como un esquema de cultivo fácil de seguir.
Cuándo cosechar:
Una vez hayáis acabado con las dichosas plagas y vuestras plantas se hayan desarrollado tal y como deben, llega el momento de cosechar. Ese inconfundible instante de gloria en el que, por fin, el jardinero puede ver los frutos de su trabajo.
Existen diferentes modos de cosechar la marihuana y, llevar a cabo uno u otro, depende de la experiencia del cultivador o de sus fines. No existe una ciencia exacta para saber cuál es el momento preciso para cosechar la Marihuana. Uno de los métodos más arcaicos, pero quizás uno de los más efectivos, es simplemente que el cultivador observe a las plantas periódicamente para ver cuándo es mejor hacerlo. Así podrá asegurarse con certeza si ha llegado la hora o si bien es mejor esperar un poco más.
Puede que se trate de un método demasiado generalista y que no todo el mundo puede aplicar al no tener la experiencia suficiente cultivando Cannabis. Por ello, no encontrareis mejor asesor que vuestro GrowShop donde hayáis comprado las semillas, no dudéis en preguntarle lo que necesitéis. Ellos podrán daros mucha información ya que a veces, dependiendo de la variedad, la cosecha se realizará en un momento u otro. De ahí que también sea importante saber qué estamos plantando. A modo informativo, deciros que debéis tener en cuenta también que, según el año, la cosecha puede ser más temprana o más tardía.
Un dato importante a tener en cuenta es que vuestra amada planta no debe recibir ni abonos ni fertilizantes durante la semana anterior a ser cosechada. Lo que sí debéis darle es mucha agua ya que de este modo mejoraréis su sabor.
La práctica hace al Maestro
Como habréis podido comprobar, el cultivo de la Marihuana en exterior no es tan sencillo como tirar unas semillas al suelo con la esperanza de que crezcan. Para asegurarse una buena cosecha, los cultivadores de exterior debéis realizar una gran labor de investigación, analizando el suelo local, preparando el sitio, fertilizando adecuadamente y pensando en los métodos de control de plagas adecuados, además de mucho mantenimiento y cuidado. Asegúrate de que el suelo está preparado, y que lugar elegido para el cultivo exterior es soleado, está protegido, bien regado, nutrido y tiene un buen drenaje.
De este modo, teniendo en cuenta estos conceptos básicos, la latitud del lugar en el que vives y las variedades que mejor se adaptan a tu clima, la primavera podría ser un momento ideal para empezar tu andadura hacia el Cannabis perfecto.
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Fuente: www.cannabismagazine.es