Hay dos opciones principales cuando se trata de cultivar Cannabis: ¿interior o exterior?. No se puede discutir sobre la marihuana de interior y de exterior sin alterar alguna opiniones, por lo que este artículo pretende ser lo más neutral posible a la vez que proporcionar datos y estudios relevantes.
El cultivo del cannabis en interiores comenzó debido a la persecución y penalización del cultivo de la Marihuana. Desde entonces, una industria especializada ha explotado dando como resultado nuevas tecnologías para la iluminación y los nutrientes, hasta robots que rastrean las necesidades de las plantas las 24 horas del día.
Con estas nuevas innovaciones surge la capacidad de desarrollar plantas de súper marihuana que los consumidores esperan y están dispuestos a pagar. El cultivo en interiores significa tener un control completo sobre el medio ambiente de la planta, desde el flujo de aire, los nutrientes y hasta los ciclos de iluminación de 24 horas.
En el cultivo de interior se puede cosechar durante todo el año, y en zonas donde el clima no sería ideal para cultivar cannabis de exterior.
El control total del entorno interior puede ser una espada de doble filo. La Marihuana se convierte en una planta más delicada cuando se cultiva en interiores, más susceptible a plagas, moho y hongos. Eso significa que las operaciones de cultivo en interiores deben realizarse bajo estricta supervisión, que dura casi las 24 horas del día, para garantizar que los cultivos se mantengan saludables.
Todo este monitoreo e iluminación da como resultado un producto final más costoso y también una huella ambiental bastante grave.
Según un estudio de Evan Mills, publicado en Energy Policy , la marihuana es uno de los cultivos más intensivos en energía del planeta. En 2011, cuando se realizó el estudio, el cultivo de cannabis en interiores utilizó el 1% del suministro total de energía de EEUU. Esto equivale al consumo de energía promedio de dos millones de hogares, o tres millones de automóviles en la carretera. Cabe señalar que este estudio se realizó antes de que se crearan muchas de las nuevas tecnologías para el cultivo de interior, y las nuevas tecnologías podrían tener un menor impacto en el consumo de energía.
En resumen, la Marihuana de interior da como resultado un producto consistente y estéticamente agradable que se puede cosechar durante todo el año, con énfasis en las características específicas de la planta que los consumidores pueden valorar lo suficiente como para pagar un extra. Aunque esto conlleva un coste energético y ambiental considerable.
La producción de cannabis al aire libre esta empezando a tener éxito en los países donde el cultivo de esta planta esta siendo legalizado. Algunos cultivadores argumentan que la Marihuana de exterior es la forma natural y mejor para cultivar la planta, utilizando técnicas amigables con el medio ambiente.
Países como España, con un clima cálido y una buena meteorología, son óptimos para el crecimiento del cannabis. En estos entornos, se puede cultivar un producto verdaderamente excelente. Según un estudio realizado por un laboratorio de análisis que analizó 2.700 plantas, la Marihuana de exterior tenía al menos un 1% más de niveles de THC y perfiles de terpenos más robustos que el cannabis de interior.
¿Por qué las plantas de Marihuana de exterior producen perfiles de terpeno más robustos? Muchos cultivadores creen que está relacionado con “terroir”, un término que se usa principalmente en relación con las uvas de vino, pero que se puede aplicar a cualquier planta. Terroir se define como “el conjunto de características especiales que la geografía, la geología y el clima de un lugar determinado, que interactúan con la genética vegetal”. Cultivar cannabis en el exterior permite que su ecosistema juegue un papel importante en el resultado final de la planta.
Usar luz solar natural y luz de luna para cultivar plantas en lugar de iluminación artificial es más ecológico. Pero, el cultivo al aire libre también es más respetuoso con el medio ambiente cuando se trata de pesticidas agresivos. Cuando se cultiva al aire libre, el cannabis es una planta mucho más resistente.
La marihuana de exterior se adapta a su entorno, capaz de defenderse de las plagas y hongos de forma mucho más efectiva y natural que las plantas cultivadas en un ambiente controlado. Los cultivadores de exterior pueden introducir plantaciones complementarias y otras técnicas de cultivo para alentar un ecosistema que mantenga sus plantas saludables sin utilizar tantos plaguicidas potencialmente dañinos.
En resumen, mientras que el cannabis exterior no se puede cosechar durante todo el año y puede no tener la misma estética visual que el de interior, la marihuana de exterior es más respetuosa con el medio ambiente y tiene un perfil de terpeno robusto y un porcentaje de THC ligeramente superior.
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Fuente: www.massroots.com
