Si tus plantas sufren una quemadura por un exceso de nutrientes, es probable que presenten signos de coloración amarillenta y puntas quemadas en las hojas. Las hojas pueden volverse crujientes y sus bordes comenzarán a curvarse. Dependiendo del tipo de nutriente que está causando la quemadura, las hojas también pueden tener manchas marrones en los bordes de la hoja (que generalmente ocurre por el exceso de potasio).

La quema por nutrientes no solo puede afectar a la salud general de tus plantas de marihuana, sino que también puede provocar un producto final de sabor deficiente. Puede tener sabor a productos químicos, lo que, por supuesto, es completamente indeseable. Por lo tanto, es crucial detener la quemadura por nutrientes antes de que vaya demasiado lejos.

La fase de floración de la Marihuana

Cuando tus plantas de marihuana han alcanzado su fase de floración, también se han acercado al punto más crítico de sus vidas debido a que esta es la etapa más vulnerable para el cannabis. Si se lo perjudica en el período de floración, las plantas no tienen esperanzas de recuperarse. Si tus plantas de marihuana están en la fase de floración, asegúrate de dedicar tiempo y esfuerzo extra para mantenerlas sanas y seguras.

Por supuesto sigue siempre las dosis indicadas en las etiquetas de tus fertilizantes, no añadas más nutrientes del necesario pensando que esto te llevará a una floración más exuberante, puesto que el resultado será el contrario, si sobre fertilizas en esta fase puedes quemar tus plantas y estas pueden incluso morir.

Una buena opción es añadir al abono de floración un fertilizante con materia orgánica que proteja tus plantas contra la posible sobre fertilización. La materia orgánica actúa como tampón y puede evitar los efectos de un pequeño exceso de nutrientes. Si te interesa saber como la materia orgánica puede ayudar a tu marihuana, no te pierdas nuestro artículo “Faculty Organic. Proteje tu cultivo de Marihuana”.

Si tus plantas están creciendo en un sistema de tierra o de coco y las estas regando manualmente, puedes eliminar todo el exceso de nutrientes utilizando agua con un pH equilibrado de 5’8-6’3.

Lo ideal es regar la maceta y esperar a que drene el agua, seguir regando una y otra vez hasta que el agua drenada pase del color amarillento a un color transparente. Cuando el agua que sale drenada sea del mismo color que el agua que usamos para regar, ya estará lista.

Esto “restablecerá” el medio de crecimiento y permitirá que las raíces se recuperen del problema al que se enfrentan. Dales tiempo antes de agregar más nutrientes. Esto debería solucionar el problema de la quema por nutrientes (aunque las hojas dañadas no se recuperarán nunca, así que mira las hojas nuevas para ver los cambios saludables).

Si estás cultivando tus plantas en un sistema hidropónico, necesitarás agregar agua extra con un pH equilibrado para diluir la cantidad de nutrientes que ya existen. La próxima fertilización deberá incluir menos nutrientes. Procede con precaución, ya que los sistemas hidropónicos siempre requieren un cambio más gradual. Puedes considerar comprar un medidor de TDS para ayudar a regular los nutrientes que se encuentran en el agua.