Las clínicas de Tikun Olam son las mayores proveedoras israelíes de marihuana medicinal. Se asociaron con el Centro Médico de la Universidad Soroka de Israel, la Universidad Ben-Gurion del Negev y la Universidad Hebrea de Jerusalén para estudiar los efectos del uso de la marihuana en pacientes de edad avanzada.
Los participantes en el estudio utilizan predominantemente cannabis para tratar el cáncer o problemas graves de dolor. También consumieron dosis prescritas de las únicas cepas provistas y desarrolladas por Tikun Olam. Después de estudiar de cerca a 2.736 usuarios de marihuana medicinal geriátrica entre enero de 2015 y octubre de 2017, los investigadores finalmente obtuvieron la información que necesitaban.
Los investigadores israelíes publicaron sus hallazgos a principios de febrero de 2018 en el European Journal of Internal Medicine. Encontraron que el 93.7% de los participantes en el estudio informaron que el dolor se redujo en un 50% gracias al uso de marihuana. Muchos participantes también redujeron o incluso eliminaron su dependencia de los opioides recetados.
Después de seis meses de tratamiento, los pacientes israelíes en el estudio informaron que su nivel general de dolor se redujo a la mitad. Afortunadamente para los involucrados, los únicos efectos secundarios reales que los investigadores encontraron fueron mareos y sequedad en la boca.
Los efectos secundarios se consideraron menores y nunca progresaron más allá de la simple incomodidad. Los investigadores se alegraron de comprovar que la dependencia del paciente a los medicamentos para el dolor, incluidos los opioides, también disminuyó al consumir cannabis.
Muchos productos farmacéuticos que las personas toman tienen una larga lista de efectos secundarios terribles. Algunos antidepresivos causan depresión y pensamientos de suicidio. Muchos tratamientos para el dolor como Percocet y Oxycodone también son peligrosamente adictivos. La marihuana, por otro lado, ha demostrado no tener efectos secundarios peligrosos, no es adictiva, es imposible la sobredosis y ayuda a los adictos a los opiáceos a recuperarse.
El cannabis definitivamente parece ser la alternativa más segura para los opiáceos. Lamentablemente, en muchos lugares del mundo esta planta aún no es legal.
Afortunadamente para pacientes y médicos, la investigación sigue en curso. Las organizaciones israelíes como Tikun Olam, el Centro Médico de la Universidad Soroka, la Universidad Ben-Gurion del Negev y la Universidad Hebrea de Jerusalén siguen obteniendo resultados muy positivos para la salud en sus estudios de la marihuana.
Los investigadores de este estudio señalan en su documento la necesidad de más investigación basada en la evidencia. Especialmente los datos de investigación de ensayos controlados aleatorios. También señalan que toda la población geriátrica se beneficiará al máximo de estos estudios ya que consumen la mayoría de los analgésicos basados en opioides. Desafortunadamente, las personas mayores también tienden a ser las más resistentes a la idea de la marihuana medicinal.
Fuente: http://weedreader.com
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